los dias pasan y na..

Se han cumplido ya cien días desde aquella reunión en que los gobernadores de todos los estados de la Republica firmasen aquel Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad. Reunión donde por cierto, el padre del pequeño Fernando Martí, quien fuera secuestrado y a la postre, brutalmente asesinado, denunciara la falta de capacidad, tanto de gobernadores y legisladores; presionándoles a abandonar su cargo, si no podían con la responsabilidad, que este conlleva.

Hasta el momento nos damos cuenta que las acciones son muchas, mas los resultados pocos. Se han creado nuevos cuerpos de policía antisecuestros, se ha iniciado una campaña de limpieza dentro de las instituciones encargadas de procurar nuestra seguridad, se implementaron cursos de capacitación al cuerpo policiaco, así como incremento en las penas por plagio y por robo de patrullas. Dichos cambios, parecen causar mas impacto mediático, que resultados concretos.

Al paso de los días la crisis de violencia en nuestra sociedad, parece incrementarse a pasos agigantados. Las noticias hablan por si mismas; asesinados por aquí, narcovenganzas por acá, descabezados por acullá. Parece que no hay, ni habrá denuncia o marcha alguna que logre causar impacto mínimo en aquellas personas que se supone se encargarían de formular nuevas leyes para combatir de manera eficaz el narcomenudeo, así como promulgar la transparencia en cuanto a los índices de seguridad, en las instituciones correspondientes.

Al respecto, Gustavo Madero, presidente del Senado, aseguro que “están trabajando arduamente para lograr resultados adecuados”, sin embargo, aclaró “los 100 días no son plazo para el Senado”.

Resulta curioso como 100 días son suficientes para que Los encargados de los poderes ejecutivos estatales y municipales autoricen aumentos en sus sueldos, autoricen viajes por demás costosos, además de muchas otras autorizaciones que en el papel, resultan descabelladas. Pero resulta aun más curioso, que estos mismos 100 días no sean suficientes para poder realizar una acción de verdadero peso, que pueda poner por fin un alto a esta ola interminable de delincuencia que atormenta a mexicanos sin distinción de sexo, raza, clase social o creencia.

La solución a esta nube negra de delincuencia y desgracias, esta en manos de nuestros legisladores y gobernadores, pero así como de ellos depende una mejora considerable, la sociedad como tal juega un papel importante en la lucha contra la inseguridad, debemos fomentar una sociedad ávida de resultados y no simples promesas, una sociedad que ejerza un voto analítico y crítico, así como una sociedad que deje atrás el conformismo y luche por un bienestar común. La moneda esta en el aire, esperemos que la historia no se repita y que por primera vez, las palabras y compromisos, dejen de ser solo eso, palabras que se lleva el viento.